Te revelamos 41 secretos de cuidadores de adultos mayores


¿Cómo saber si un adulto tiene depresión? ¿De qué manera lidiar si está irritable? ¿Cómo darle tiempo de calidad? Sin duda, hay mucho que debe saberse al momento de cuidar de alguien.

Nadie conoce mejor las necesidades de un adulto mayor que sus cuidadores. En ellos encontramos una fuente invaluable de información.

A continuación, te mostramos 41 datos revelados y avalados por cuidadores reales, quienes han hecho de su labor un documento vivo de registros valiosísimos.

41 secretos revelados por cuidadores REALES de adultos mayores 

1. ¿Tu adulto perdió interés por actividades que antes le gustaban? Foco rojo

Podría tratarse de una depresión. A veces la depresión en personas de la tercera edad radica de una tristeza inexplicable que perjudica al organismo a nivel general, afecta el estado de ánimo y la psiquis.

A medida que se envejece, el ser humano puede pasar muchos cambios, tales como problemas de salud, dependencia, muertes de seres queridos o jubilación. ¿Quieres conocer otros síntomas de depresión? Entra aquí.

2. Cuidar de más también podría perjudicar al cuidador

¿Has oído hablar del Síndrome del Cuidador Quemado? Ocurre tras perder la paciencia rápidamente, lo cual puede deberse al exceso de responsabilidades, tener pocas horas de sueño, el agotamiento físico, entre otros factores.

Es un síndrome de agotamiento físico y emocional que pueden sufrir quienes que se dedican a cuidar personas de forma continuada y durante largos periodos de tiempo. Descubre sus síntomas dando click aquí.

3. ¿Qué hacer con las escaras?

Una escara puede ocurrir debido a la presión, pero también por fricción o rozamiento y dejar una lesión tan profunda que afecte músculos y huesos. Pasar demasiado tiempo en cama o sentado daría lugar a la aparición de escaras, las cuales requieren de cuidados especiales.

Para ello, hay que priorizar la limpieza, cambiar al adulto de posición cada dos horas, ajustar la elevación de la cama y de la silla, y utilizar almohadas y cojines para aliviar la presión. Pero, ¿cuál elegir? Te damos nuestras sugerencias.

4. Hazte amigo de los ‘cuidados paliativos’

Son los que ayudan a los pacientes a sentirse mejor en todos los sentidos. Los proporcionan médicos, psicólogos y, por supuesto, cuidadores. Los cuidados paliativos ayudan a las personas con enfermedades graves a sentirse mejor al prevenir o tratar los síntomas y efectos secundarios de la enfermedad y el tratamiento.

Su objetivo es que el paciente se sienta mejor. Para lograrlo, se centran sobre todo en los síntomas y efectos secundarios. ¿Sabes quiénes y en qué casos se proporcionan cuidados paliativos? Entra.

5. Lo que debes saber si piensas ingresarlo a una residencia

Encomendar a un ser querido al cuidado de otra persona o institución es una decisión que no debe tomarse a la ligera. Hay muchas variables que deben tomarse en cuenta para tomar una decisión informada, pero sobre todo consensuada.

Por ello, hay preguntas que serán clave en todo este proceso. Las primeras tres son las más importantes: ¿Tu ser querido quiere? Esto es lo más importante a considerar, pues se trata de SU vida. ¿Tu ser querido puede? Se refiere a las condiciones físicas, intelectuales y sociales para estar en un lugar así. Y por último, ¿la familia quiere y puede? Esta suele ser una decisión muy difícil que se acompaña de todo tipo de sentimientos: culpa, tristeza, frustración e impotencia, entre otras. ¿Qué deberías saber sobre la casa de asistencia? Aquí 10 preguntas clave.

6. ¿Tu adulto se cayó? Esto es lo que debes hacer

Lo primero es mantener la calma (pues el adulto estará asustado y agitado), comunicarse (háblale de manera lenta y cariñosa), revisar la situación (checa si en el cuerpo presenta alguna raspadura o inflamación), levántalo (identifica en qué parte del cuerpo puedes apoyarte para que se ayuden mutuamente) y llama al médico (para darle seguimiento).

Se sabe que las caídas ocupan cerca del 80% de la frecuencia de accidentes en los hogares de adultos mayores y 20% en centros de asistencia. Ya te dijimos qué hacer durante una caída, pero ¿y después? Toma nota de esto.

7. Asistir a tu adulto durante la alimentación

Todo cuidador conoce los retos que representa la alimentación de un paciente dependiente, que van más allá de ofrecerle una dieta balanceada. Puede ocurrir que no quiera comer o presente ciertos problemas para hacerlo adecuadamente. ¿Qué hacer en estos casos?

Puede ocurrir que tu paciente requiera de tu ayuda para comer. Para asistirlo en este proceso, se requiere de la mayor cantidad de cuidados necesarios. La alimentación es una parte medular para la sobrevivencia y es fundamental complementarla con una serie de hábitos saludables. Preparamos el decálogo perfecto para hacerlo como todo un profesional.

8. ¿Qué grado de dependencia tiene tu adulto?

No es lo mismo asistir a un paciente para acompañarlo a alguna visita médica en comparación con tener que bañarlo, vestirlo o ayudarle a comer. Toda esa gama de atenciones que requiere esta población ha tenido que ser clasificada para ser mejor entendida y atendida por cada vez mejores cuidadores y equipo médico.

Esto se relaciona con los llamados ‘grados de dependencia’. Puede ir de moderada a severa y no necesariamente tiene que ver con la edad, pues surge como consecuencia de la pérdida de la autonomía, ya sea física, intelectual, sensorial o mixta. Te decimos qué pruebas existen para determinar el grado de dependencia.

9. Si tu adulto está ciego y/o sordo, anota

Una de cada tres personas de 65 a 74 años tiene algún nivel de pérdida de audición, mientras que cerca de 36 millones de personas son ciegas. ¿Qué hacer?  Apóyate en las cuatro A:

  • Aceptarlo (reconocer su nueva condición de vida, quizá con ayuda de la psicoterapia),
  • Anticiparse (acércate con un profesional de la salud, quien sabrá guiarte en el proceso),
  • Adaptarse (pueden acondicionarse los espacios y mover algunos muebles que puedan estorbar al paciente) 
  • Amarse (perder la función óptima de un sentido vital es difícil de asimilar, por lo que algo fundamental es validar las emociones del paciente) En el día a día hay muchos nuevos hábitos por implementar y aquí te decimos cuáles.

10. Cuando el paciente se pone agresivo

Algunos de esos síntomas pueden ser amenazar, acusar a otros (por ejemplo, de robo), decir groserías, patear, golpear o morder a personas cercanas, ofender a seres queridos, gritar o agarrar cosas, no poder controlar sus emociones o sentirse poco respetado, mostrar apatía hacia actividades que antes le gustaban, perder ciertas inhibiciones y despreocuparse por los sentimientos de otros.

Para sobrellevar la situación, es vital no engancharse, no culparlo, evitar discusiones, hacer a un lado los gritos, mantener la calma, identificar los detonantes, tomarse un tiempo fuera y redirigir la atención. Sin embargo, eso no significa que debas tolerar ciertas conductas. ¿Como cuáles? Da click.

11. Nada como estimular sus recuerdos

La mejor terapia sin duda es conectar al anciano con los momentos más preciados de su vida: matrimonio, primer embarazo, vivencias de infancia o momentos históricos que lo enorgullezcan. Conectar con el entorno es una base para la supervivencia del corazón y así sentirse querido.

Aprender a escuchar lo que siente, entenderlo, prestar atención a su tristeza hace que se sienta ilusionado y motivado para vivir una vejez llena de amor y compresión por sus seres queridos. ¿De qué otras maneras puedes ayudarlo? Entra aquí.

12. Ser realista será tu cable a tierra

En muchas ocasiones, la situación de un adulto mayor será degenerativa y progresiva, esto quiere decir que su situación no mejorará, aún con los mejores cuidados. De todos modos, haremos todo lo posible para que esté en la mejor condición posible hasta su último día. Por ello, intenta darle en vida mucho cariño y comprensión, así como también cuidado y dignidad.

No se trata de ser pesimista, sino todo lo contrario: de tomar el presente con optimismo y darle a ese ser querido un tiempo de calidad y bienestar. Descubre por qué no ser realista podría afectarte de la peor forma.

13. Elegir un colchón fresco y cómodo

Busca uno que tenga espumas diferentes colocadas en zonas clave del cuerpo y para fines específicos. Algunos cuentan con espuma viscoelástica con gel infusionado para un descanso fresco.

Y en la zona baja, amortiguan el peso y brindan un soporte suave a los pies. Elige uno con funda lavable para que sea más fácil y rápido higienizar al paciente. ¿Quieres nuestra recomendación? Aquí está.

14. ¿Sabes qué es un cinturón de transferencia?

Si el adulto tiene poca movilidad o está en silla de ruedas, puedes ayudarte a movilizarlo con este dispositivo. Se trata de un cinturón que se coloca al paciente, el cual viene equipado con agarraderas y materiales que le permiten a su cuidador trasladarlo más fácilmente. De esta manera, evitamos tener que hacer fuerza de más o dañar tu espalda. Es muy práctico para prevenir caídas cuando ayudamos a moverse al paciente. ¿En qué casos puede ayudar? Mira.

15. ¿Problemas de deglución? Dos reglas básicas

  1. PREFERIR: Jugos espesos, mantequillas, queso cottage, helados de crema, flanes, omelettes, panes, tostadas, cereales cocidos, panes o galletas sin nueces ni pasas, pastas para sopa, verduras suaves hervidas o en puré, frutas suaves sin pepitas ni piel, plátanos maduros, albóndigas, carne picada con salsas, salsa de carne y pescado suave y sin espinas.
  2. EVITAR: Grumos y espinas, jugos de consistencia fina, leche, café, infusiones, huevos con poca consistencia, galletas saladas, arroz o cereales secos, pan tostado, pan blanco suave, frutas y verduras crudas, patatas fritas, carnes secas o a trozos, galletas secas, postres con pasas, nueces, pepitas o coco, caramelos duros y chocolate. Pero si de plano tu adulto rechaza la comida por completo, entonces entra aquí.

16. Evita un accidente en casa

Como en cualquier hogar, en el espacio donde vive un adulto mayor se encuentran muebles y objetos que quizá lo han acompañado durante años. Y lo que en su momento fue un objeto decorativo ahora puede ser un riesgo latente.

Es decir, si un pasillo no está lo suficientemente despejado, se corre el riesgo de que la persona tropiece con algún objeto, o si los compartimentos de un mueble de cocina no están del todo iluminados, puede ocurrir que el adulto se pegue en la cabeza y de ahí caiga. Lo mismo sucedería si zonas como el patio, el baño o las escaleras no están iluminadas. Descubre otros factores de riesgo.

17. Pasemos tiempo de calidad con nuestro adulto

Bien sabemos que no se trata sólo de satisfacer sus necesidades básicas, sino de hacerse un momento al día para compartir y para escuchar al adulto, aunque sean solo algunos minutos. Nada se compara con una charla, por más trivial que sea, una caricia, una sonrisa o una atención.

Hacerlo tiene muchos beneficios: No se sentirá solo, sino seguro y protegido, se sentirá querido y estimado por su entorno, no tendrá miedos ni inseguridades, aumentará su autoestima, será capaz de ayudar en la toma de decisiones y gozará de mejor salud emocional. ¿Cómo lograrlo? Te damos 10 tips.

18. ¿Necesitas ayuda con el familiar que cuidas?

El primer paso es identificar que tú solo no puedes y que los demás también deben comprometerse con el cuidado. Del mismo modo que estuvieron juntos en momentos buenos, en momentos de crisis también es indispensable estar unidos.

Entonces, habla sobre tu salud con sinceridad y explicar cómo te está impactando física y mentalmente esta situación. Puedes hacer una lista y compartirla con tus familiares, de este modo ellos podrán decidir con qué tareas podrían cooperar. Puede servir mucho dejar los rencores del pasado fuera o hacer una tregua, para que trabajen en equipo por el mayor bien de tu paciente. ¿Cómo lograrlo? Da click.

19. Elige el mejor calzado para tu adulto

Un calzado bien elegido permite que el adulto pueda ser más independiente, evitando dolor, incomodidad y previniendo lesiones en los pies. Al mismo tiempo, le serviría para evitar accidentes y ofrecer un buen soporte en el pie.

Toma en cuenta la amortiguación, flexibilidad, si tu adulto tiene movilidad reducida, apóyate en un experto, mira cómo están sus uñas y pies, la costura y el agarre, así como el tamaño de su pie, Es por eso que se requiere de un calzado especial que se adapte a esta realidad. ¿Sabías que existen pantuflas ergonómicas? Te las recomendamos.

20. Falso que ya no necesiten mantener su imagen personal arreglada

De ahí que sea elemental cuidar su autoestima. Levantarse de la cama, darse un baño, vestirse y arreglarse ayudará a que se sienta cómodo consigo mismo. Por eso también hay que dedicarle tiempo a tu entorno.

De ahí que rodearse de familiares y amigos llenos de experiencias y comentarios positivos sin duda es vital para evitar la depresión en el adulto mayor. Tener conversaciones que protejan el estado anímico de la persona mantiene su organismo a salvo contra posibles depresiones. Conoce más formas de consentir a tu adulto entrando aquí.

21. Pide ayuda a la familia del adulto

Es importante conocer nuestros límites, respetar nuestra integridad física y mental y saber cuándo pedir ayuda. La idea es poder comenzar a delegar algunas obligaciones y alivianar una carga muy pesada.

Podemos hablar con otros miembros de la familia, explicarles que la situación nos está desbordando y hallar juntos una solución, como, por ejemplo, asistencia profesional domiciliaria o el ingreso a una residencia. Mira por qué es importante tomar estas decisiones.

22. Talones, tobillos y la piel detrás de las rodillas no se salvan de las escaras

Si bien se sabe que las escaras pueden aparecer en zonas como coxis, cadera y espalda, lo cierto es que no son los únicos sitios. También estarían en talones, tobillos y la piel detrás de las rodillas.

Ciertas situaciones aumentarían las posibilidades de presentar escaras. Algunas son: enfermedades que afectan el flujo sanguíneo (diabetes y enfermedades vasculares), incontinencia (por la exposición prolongada a orina y heces), inmovilidad, mala nutrición e hidratación, y pérdida de la percepción sensorial. Estos dispositivos pueden servir para prevenir las escaras en estas zonas.

23. Sé un cuidador polifacético

¿Sabías que podrías ayudar a tu paciente en todos los ámbitos? Esto es los aspectos emocionales (miedo, ansiedad, depresión), espirituales (desesperanza, contención), físicos (dolor, problemas para dormir, falta de apetito), sociales (acompañamiento, esparcimiento, ocio) y prácticos (dinero, marco legal, trámites).

Los cuidadores suelen ser hábiles en todas estas áreas y un apoyo clave en cuanto a procedimientos se refiere. ¿Te gustaría saber cómo lograrlo? Da click.

24. Ve más allá de su padecimiento

Si la enfermedad ha sido muy dura y requirió de reposo durante tiempo prolongado del paciente, este puede sentirse y verse debilitado. Brindar comodidad, confort y dignidad son tres elementos que pueden hacer más llevadera esta situación.

Para lograrlos, además de tranquilidad y afecto, puedes proporcionarle accesorios como almohadas y cojines para descansar mejor, insumos para cuidar de su higiene diaria y elementos de cuidado para proteger su piel de infecciones si sufre de incontinencia o está en un estado de postración. Te damos aquí más recomendaciones.

25. ¿El entorno del lugar es seguro para tu adulto?

Si bien las caídas son accidentes, pueden hacerse una serie de ajustes en casa para prevenirlas en la mayor medida posible. Por ejemplo, iluminando las habitaciones, despejando espacios, colocando pisos antiderrapantes, instalando barandales donde sea necesario e incluso revisando qué tipo de ropa y calzado usa la persona.

 Existen algunos elementos que harían más segura su estancia. Aquí te decimos algunos.

26. Pide su consejo

Tu adulto puede darte algo que nadie más puede: su experiencia. Narrar situaciones de nuestra vida cotidiana, por más pequeñas o intrascendentales que parezcan y buscar en conversación el consejo del adulto hará que se sienta útil, y pondrá en marcha su mente tratando de ayudarte.

Pedir consejos u opiniones para resolver problemas simples ayudará a valorar la sabiduría y experiencia del mayor. Esto fortalecerá su autoestima y lo hará sentirse valorado e incluido en el vínculo familiar. Toma nota de más recomendaciones.

27. Apóyate en enfermeras

El trato y la afinidad que una enfermera tenga con un paciente podría llegar a ser fundamental para la salud emocional de un adulto mayor. El trato debe ser cordial, amable, personalizado, y por sobre todas las cosas, el anciano debe sentirse cómodo y confiado con su cuidadora.

Por encima de todo, la enfermera debe establecer lazos con el adulto, y crear también sus propios códigos comunicativos. En muchos casos puede desarrollarse una relación de amistad entre ambos que será muy productiva para los ancianos, pues se sentirán contenidos y escuchados.

28. ¿La enfermera está haciendo bien su trabajo?

Para ello, revisa cómo se ve la comida que sirve a tu familiar, si tu ser querido luce correctamente aseado, si se le ve relajado y también saber si está lo suficientemente preparada para una situación de emergencia, como una caída por ejemplo. Esto es lo que debes considerar para descubrirlo.

29. Dos buenos amigos de tu adulto: las mascotas y los niños

Acariciar una mascota puede ser un excelente cable a tierra para adultos mayores o cualquier persona que esté en tratamiento. Incluso, existen terapias asistidas con animales que mejoran significativamente las funciones físicas, cognitivas, emocionales y relacionales de las personas.

Por otro lado, las barreras generacionales se rompen cuando niños y adultos comparten tiempo juntos y se divierten. Será un interesante ejercicio de la empatía, cuando enseñamos a los más pequeños cómo deben tratar y ayudar a los mayores. Descubre más tips para darle calidad a tu adulto.

30. ¿Y si mi adulto rechaza la comida?

Podría ser hiporexia (falta de apetito), una disminución en sus ganas de comer y podría deberse a que su cuerpo ya no necesita ingerir tantas calorías, pues sus necesidades físicas ya no son tan altas. Sin embargo, hay que tomar medidas para evitar la desnutrición.

Por ello, en la medida de lo posible y sin sacrificar su bienestar, evitar ciertos alimentos que no le gusten o le resulten difíciles tragar, controla la ingesta de calorías que consume el paciente y repartirlas en 5 o 6 tomas con poco volumen o cantidad, y apóyate en un experto en la salud para evaluar si la hiporexia se presenta como síntoma de alguna otra enfermedad. ¿Sabías que podría deberse a un asunto físico e incluso mental? Mira.

31. En casos de Alzheimer, estos medicamentos pueden servir

En este tipo de enfermedades podría haber aspectos relacionados con depresión, inquietud, ansiedad o conductas agresivas. Al respecto, los expertos sugieren antidepresivos (para depresión y ansiedad) ansiolíticos (deben usarse con suma cautela, pues pueden generar somnolencia, mareos y confusión), anticonvulsivos (para tratar la agresión severa), antipsicóticos (para casos de paranoia, alucinaciones y agitación) y anticolinérgicos (para problemas del sueño, calambres de estómago, incontinencia y asma). ¿En quiénes puedes apoyarte en caso de una reacción agresiva? Aquí te contamos.

32. Un accidente podría ser causado ¡por un medicamento!

Por ejemplo, se sabe que la demencia elevaría al doble el riesgo de una caída en el adulto mayor. Si bien es cierto que determinados malestares afectarían al adulto mayor con más frecuencia que otros grupos, aquellos que deterioran la calidad de vida pueden dar pie a alguna caída.

En el caso de esta población, hay que poner especial atención a los males del tipo osteoarticular (artritis, artrosis, osteoartritis), cardiovascular (hipertensión, insuficiencia cardiaca, arritmia) o neuropsiquiátrico (demencia, Alzheimer, depresión). Esto es lo que debes conocer sobre las caídas.

33. Cuídate para cuidar

En la mayoría de los casos, son los familiares más cercanos quienes asumen el rol de cuidadores de sus padres, hijos o parientes que necesitan de asistencia permanente.

Para lograrlo mejora tu descanso, reparte las tareas, fomenta la independencia, hazte un tiempo libre para apoyarte en amigos y protege tu salud. Por ejemplo, ¿sabes cómo cuidar de tu espalda mientras asistes a tu adulto? Mira.

34. ¿Qué regalarle a un adulto mayor?

Ya sea por Navidad, cumpleaños o cualquier otro día especial, es mucho mejor regalar algo de calidad. Algunos adultos son más independientes que otros y tendrán necesidades diferentes. Lo importante es saber que existe una amplia variedad de productos que permitirán mejorar su calidad de vida y, al mismo tiempo, la de quienes lo cuidan.

Un buen regalo podría ser, por ejemplo, darle un sueño de calidad. Para ello te recomendamos almohadas ergonómicas, que son frescas y cómodas para toda ocasión, o por qué no un cojín de respaldo que le sirva para cuando está leyendo o viendo televisión. Conoce a detalle estos productos.

35. Valora tu esfuerzo

Nadie mejor que tú conoce las batallas que has enfrentado. Pero al mismo tiempo, sólo tú sabes todo lo que has aprendido y logrado para el mayor bienestar de tu adulto. Eso ha sido resultado de tu esfuerzo, tu calidad como persona y, por supuesto, tu gran capacidad de amar.

El reto es grande y se mueve a distintos niveles. Se desarrolla una fuerza que quizá incluso ni siquiera sabías que tenías y logras una empatía mayor en todos los sentidos. Seguro te identificarás con esta historia.

36. La higiene en la cama es fundamental

No hay nada más reconfortante que un delicioso baño caliente. Sin embargo, muy pocas veces los pacientes en cama disfrutan del contacto real con agua, ya sea al estar internados o siendo cuidados en casa.

Sentirse limpios es un derecho de todos los pacientes, estén o no en cama. Y por fortuna, existen productos que ayudan a los cuidadores a hacer más sencilla esta labor. Para lograrlo, te recomendamos estos productos.

37. Así podrías estimular su memoria

Recordar sucesos del pasado, lejano y cercano, y puntualizar sobre detalles específicos de esos recuerdos puede ayudarle no solo a revivir momentos importantes, sino también a ejercitar su memoria.

Es muy común que los adultos mayores cuenten la misma historia una y otra vez, por eso la estrategia consiste en desviar el eje central de esas anécdotas repreguntándoles sobre cuestiones puntuales, por ejemplo, qué estación del año era, qué llevaba puesto en ese momento o si recuerda con quién más estaba ese día.

Otra es que si el adulto almacena fotografías, videos o recuerdos, puedes ayudarle. Un poco cada día pueden poner en orden, clasificar e identificar quienes están en las fotos o a qué lugares corresponde. Será una bonita actividad en conjunto, donde no sólo se divertirán viendo fotografías e identificando miembros de la familia, sino que también quedará un bonito recuerdo para la posteridad. ¿Quieres más tips? Mira.

38. Revisa la ropa de tu adulto

Un adulto mayor requiere de cuidados especiales no sólo en su salud y en el hogar, sino también en lo que elige para vestir. De los adultos mayores que sufren una caída, entre el 20 y 30% llega a presentar lesiones moderadas o graves, como hematomas, fracturas de cadera o traumatismos craneoencefálicos.

Una caída puede ocurrir si es que la persona no cuenta con el calzado adecuado (zapatos, pantuflas, chanclas), no lleva gafas o quizá una bata o prenda pueda atorarse con algún objeto externo y así provocar una caída. Por fortuna, es algo que claramente puede prevenirse. Toma nota de otros riesgos.

39. ¿Cómo evitar una discusión?

Recuerda que cada paciente es diferente y quizá no todas las estrategias sirvan a la primera. Tal vez se necesiten hacer pruebas hasta encontrar aquello que sea funcional para cada persona.

Por ejemplo, si el paciente culpa a una persona en específico de estarle robando, en vez de decirle algo como “No es cierto” o “Son figuraciones tuyas”, es mejor responderle con algo como “Qué bueno que me dices. Yo me encargaré”. ¿Quieres más ejemplos? Entra.

40. ¿Tu adulto requiere de asistencia total?

Sería considerado un grado III de dependencia, conocido como ‘Gran dependencia’. Se da cuando la persona dependiente necesita la mayor ayuda posible para realizar gran parte de las actividades básicas de la vida diaria varias veces al día. Quizá para entonces ya presente pérdida total de su autonomía mental o física y necesite la presencia total de otra persona.

Para hacerle frente, se requiere de un trabajo en equipo que involucre a cuidadores, familiares y personal médico. Los involucrados necesitan repartirse las tareas, así como turnos para hacerse cargo del adulto. El cuidador principal bien puede capacitar a otros para que lo cubran y así también se puedan equilibrar las responsabilidades. ¿Qué grado de dependencia tiene tu adulto? Descúbrelo aquí.

41. Mi paciente presenta dificultad o dolor al tragar

A esto se le conoce como disfagia y odinofagia y ocurre cuando el proceso llevar líquidos y alimentos al estómago requiere mayor tiempo y esfuerzo. Puede deberse a que los alimentos se están consumiendo demasiado rápido o no se mastican lo suficientemente bien.

Para ayudarlo, procura que el paciente no esté hablando al comer, para evitar algún atragantamiento, no mezclar alimentos sólidos con líquidos, adaptarse lo más posible a los gustos del paciente, dejar que la persona coma sola (pero con supervisión) e incluso utilizar vasos con recorte o con filtros para regular la cantidad de líquido que se introduce en la boca. Pero podría ser que esto se debe no necesariamente a problemas relacionados con el dolor al tragar. ¿Qué hacer entonces? Te decimos.

Cuidar es un acto de amor

La información da valor a lo que hacemos. De su mano, en el caso de proteger y salvaguardar al adulto mayor, la labor de los cuidadores puede llegar a un siguiente nivel.

El más beneficiado, claramente, será el adulto mayor. Pero también su cuidador, al encontrar maneras cada vez más seguras, eficientes y (por qué no decirlo) sencillas para desempeñar sus funciones.

Como pudimos ver a lo largo de estos 41 apartados, hay datos que merecen ser compartidos entre cuidadores. Cada uno de estos secretos guarda la sabiduría que sólo puede dar la experiencia.

Lara M. Castillo

Editora, Redactora, Guionista y Periodista Digital enfocada en temas de Vida y Estilo, Tendencias, Inclusuión, Salud y Bienestar.

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