La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos (US National Library of Medicine) define a la artritis como la dificultad para moverse, la sensación constante de dolor e inflamación en las articulaciones y la rigidez en el cuerpo. E indican que, en el caso de presentarse todos estos síntomas, existiría una alta probabilidad de padecer de artritis.
Es importante destacar que esta condición enmarca a más de 100 enfermedades y alteraciones reumáticas siendo la artrosis la más común. Entre las formas más frecuentes podemos hallar la osteoartritis (que afecta a la tercera edad), la artritis reumatoide/reumatoidea, el lupus, la fibromialgia y la gota. Los signos de la artritis pueden aparecer en cualquier momento de la vida.
A continuación, te contaremos sobre sus causas, diagnostico y tratamiento. Recuerda que este artículo no reemplaza la consulta médica, es informativo y orientativo. En el caso de presentar alguno de los síntomas descriptos a continuación, se recomienda la visita a un profesional de la salud para que pueda efectuar un estudio y diagnostico adecuado.
¿Qué causa la artritis?
Una articulación es el lugar en donde un hueso se mueve sobre otro hueso y los ligamentos realizan el trabajo de mantener a esos dos huesos juntos, actuando como bandas elásticas. Mientras esto sucede, los músculos se relajan o se contraen para hacer que la articulación se mueva.
El cartílago que recubre la superficie del hueso evita que haya fricción directa entre los huesos. El recubrimiento del cartílago permite que la articulación trabaje suavemente y sin dolor. En este espacio, llamado cavidad articular, hay un fluido que nutre la articulación y el cartílago generando una especie de lubricación natural.
Cuando se padece alguna de estas condiciones médicas, es porque habría una falla en el funcionamiento de las articulaciones. Su causa dependerá del tipo de artritis que se tenga, pero podrá causarse a un posible desgaste en el cartílago por falta de lubricación, autoinmunidad (el cuerpo se ataca a sí mismo), una infección o una combinación de varios factores.
Los tipos más comunes de artritis se dan a causa de una combinación de factores, que combinados, pueden contribuir a un riesgo más alto de padecerla.
- Conformación genética.
- Trabajo físicamente demandante, especialmente si involucra movimientos repetitivos.
- Una herida previa.
- Infecciones o reacciones alérgicas pueden provocar artritis de corto plazo. (cuando su causa es una infección se la conoce como artritis reactiva).
- Ciertos alimentos pueden provocar indicios de artritis o empeorar los síntomas existentes.
- Obesidad, pues ocasiona una carga adicional sobre las articulaciones.
- Una enfermedad autoinmune.
Tipos de artritis y Síntomas
A continuación, te dejamos una descripción de los tipos de artritis más frecuentes, compartidas por el sitio de salud Medline Plus, junto con a una breve descripción de sus causas y síntomas.
- Osteoartritis: Este es el tipo más común de artritis y suele relacionarse con el envejecimiento o una lesión preexistente. Como el cartílago pierde elasticidad, es probable que sufra algún tipo de daño. A medida que esto sucede los tendones y ligamentos se estiras provocando dolor.
- Artritis reumatoide o autoinmune: Es una forma inflamatoria de artritis. Ocurre cuando el sistema inmunitario ataca por error los propios tejidos de nuestro cuerpo. Si no se recibe tratamiento médico puede producir malformaciones. Este tipo de artritis es más común en mujeres y ataca entre los 40 y 60 años. Sin embargo, los niños y algunos adultos mayores también pueden verse afectados. El paciente a menudo observa que las mismas articulaciones en cada lado del cuerpo se encuentran dolorosamente hinchadas, inflamadas y rígidas. Los dedos, brazos, piernas y muñecas se ven más comúnmente afectados.
- Artritis infecciosa: Se trata de una infección en el fluido sinovial y los tejidos de una articulación. Usualmente se debe a una bacteria, pero también podría ser provocada por hongos o virus. El paciente tiene fiebre, inflamación e hinchazón en las articulaciones. Sentirá sensibilidad y/o dolor agudo. A menudo, estos síntomas están vinculados a una lesión u otra enfermedad.
- Artritis juvenil: Se produce en niños y adolescentes y causa inflamación de las articulaciones, dolor, rigidez y pérdida de movimiento. Si bien ataca cualquier articulación, es más común en rodillas, manos y los pies.
- Artritis psoriásica: Afecta a personas con psoriasis. Muchas de las personas con este diagnóstico sufren de dolor, inflamación de articulaciones y rigidez matutina.
- Gota: Es una clase de artritis muy dolorosa que sucede cuando el ácido úrico se acumula excesivamente en el cuerpo. Suele dar inicio en el dedo gordo del pie. El dolor puede surgir de manera repentina, y puede hacer que te haga despertar en medio de la noche con la sensación de que la articulación afectada está muy caliente, hinchada y sensible, tanto, que hasta la sábana molesta.
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Terapia física y terapia ocupacional para la artritis
Tanto la terapia física como la terapia ocupacional ayudan a mantener la movilidad de las articulaciones y su rango de movimiento. La cantidad y el tipo de terapia dependerá de muchos factores; tales como la severidad y el tipo de artritis que se tenga, la edad y el estado general de salud del paciente.
Las personas con esta condición a menudo evitarán mover la articulación afectada a causa del dolor. Por eso, un fisioterapeuta podrá ser de mucha ayuda para reducir la rigidez logrando un buen rango de movimiento. El profesional podrá enseñar cuál es la mejor manera de cambiar de posición, aprender a caminar con ayuda como con muletas, bastón o andador.
La terapia ocupacional enseñará al paciente a reducir la carga sobre sus articulaciones a medida que realiza sus actividades diarias. El terapeuta ocupacional ayudará a modificar el hogar y el lugar de trabajo de modo que sus movimientos no agraven su artritis. También será importante que el paciente aprenda cómo y cuándo descansar, pues el reposo es crucial para tratar la inflamación y el dolor, especialmente cuando muchas articulaciones se ven afectadas.
Desde la Clínica Mayo advierten que la actividad física puede mejorar los síntomas, pues la inactividad podría dañar severamente la salud de la mayoría de los pacientes con artritis o con algún tipo de enfermedad reumática. Una vez que los músculos se debilitan sin ejercicio, las articulaciones se vuelven más rígidas y la tolerancia al dolor del paciente disminuye.
Los pacientes diagnosticados con algún tipo artritis, que se encuentran físicamente activos generalmente gozan de una mejor salud, son más felices, viven más tiempo, descansan mejor durante la noche; y notan importantes mejoras en el funcionamiento de su cuerpo durante el día a día y en los niveles generales de energía.