10 curiosidades que NO SABÍAS sobre tu almohada (hay una que te horrorizará)


 

Las usamos todos los días, pero ¿cuánto sabemos sobre ellas? Las almohadas nos han acompañado a lo largo de nuestra vida y cumplen una función vital en nuestro descanso.

Y como son las mejores amigas de nuestras noches, recolectamos para ti una serie de datos curiosos en torno a ellas. 

1. Su historia se remonta al año ¡7000 a.C.!

Este útil invento nos ha acompañado durante milenios. Se sabe que fue creado por la civilización de Mesopotamia (la zona ubicada entre los ríos Tigris y Éufrates, en lo que actualmente se conoce como Irak).

Según estudios, las primeras evidencias que se tienen sobre soportes para la cabeza al dormir datan del año 7000 a.C. También hay registros de la existencia de almohadas en el Antiguo Egipto, en las tumbas de los faraones.

2. No siempre fueron utilizadas para dormir

Las primeras almohadas no tenían el confort ergonómico que tanto nos facilita el descanso. En realidad, estaban hechas de piedra y su propósito no era precisamente ofrecer comodidad a quien las utilizara.

De hecho, sólo eran utilizadas por los ciudadanos más ricos de la zona, quienes mandaban a hacer estos bloques de piedra como una medida preventiva para evitar que, al dormir, los insectos entraran en sus orejas y boca.

3. Creían que podía alejar a los malos espíritus

En el antiguo Egipto, se tenía la idea de que la cabeza era el centro de la vida espiritual. Por ello, las almohadas que se utilizaban para dormir estaban hechas de diferentes materiales, como marfil, mármol, cerámica, madera y piedra, talladas con imágenes divinas.

Cuando alguien moría, los egipcios solían colocar una de estas almohadas debajo de las cabezas de los difuntos, pues creían que esto serviría para alejar a los malos espíritus. Fue en Grecia y Roma que las almohadas comenzaron a ser pensadas desde el confort. Se rellenaban con paja o plumas como sinónimo de estatus.

4. ¿Las almohadas aumentan la inteligencia?

Al menos eso se creía en la antigua China. Según estudios arqueológicos, solían estar hechas de materiales duros como madera, bronce o bambú, porcelana y jade, pues se creía que podría dar beneficios para la salud y al intelecto de quien las usara al dormir.

De hecho, se llegó a pensar que la almohada de jade aumentaba la inteligencia de las personas. De ahí que no fabricaran almohadas suaves, pues además creían que robaban energía del cuerpo al dormir.

¿Pasar tantas horas encorvados frente al celular podría crear humanos con cuernos y joroba? Mira lo que dice este estudio...

5. Ellas las usaban más que ellos

No fue sino hasta la Revolución Industrial (siglo XIX) que las almohadas comenzaron a producirse masivamente y sus precios fueron cada vez más accesibles para el resto de la población.

Pero antes de eso, se utilizaron en Inglaterra principalmente por mujeres que estaban en trabajo de parto. Rara vez eran utilizadas por los hombres, pues su uso se reflejaba en un signo de debilidad.

6. Dejó heridos al menos a 30 militares

¿Quién no ha participado en una pelea de almohadas? Ya sea en familia, con amigos, en pareja o incluso en la escuela. Cada año, eso es lo que hacen para conmemorar el fin de cursos en la Academia Militar de West Point (Estados Unidos).

Los militares se reúnen en el patio del colegio y realizan una gran batalla de almohadas. Sin embargo, en 2015, la situación se salió un poco de control y al menos 30 cadetes terminaron heridos. Algunos perdieron el conocimiento, a uno se le rompió la nariz e incluso uno terminó con ¡fractura de pierna!

7. Hay algunas que incluso ¡se enfrían solas!

¿Cuántas veces has tenido que voltear tu almohada a mitad de la noche para encontrar un lado más fresco? Es algo más común de lo que parece.

Por ello, expertos inventaron una almohada capaz de enfriarse sola y permanecer fresca todo el tiempo. Esto se debe a que cuenta con partículas de gel en su interior y a mallas respirables que le permiten dispersar el calor.

Conoce aquí por qué es tan importante la temperatura a la hora de dormir y cómo puedes lograrlo en tu casa. 

8. Podría pesar más por una asquerosa razón

¿Recuerdas cuánto tiempo llevas con tu almohada? Aunque no lo creas, es posible que ahora su peso sea mayor que cuando comenzaste a usarla. ¿Por qué? Lo que ocurre es que, al dormir, la ropa de cama entra en contacto con tu cuerpo.

Y al hacerlo, se filtran los fluidos corporales en cada capa del tejido. Entonces, con el tiempo, la almohada podría llegar a acumular varias dosis de saliva, células de la piel, ácaros y sudor, lo cual terminaría por hacerla más pesada. ¿Qué tanto? Según estudios, ¡cerca de 10% más!

Así lo resume Philip Tierno, microbiólogo y patólogo de la Universidad de Medicina de Nueva York y autor de The Secret Life of Germs. Observations and Lessons from a Microbe Hunter: “La piel humana es alimento para los ácaros del polvo. Una persona puede transpirar un litro de sudor en una noche, incluso más si duerme bajo un montón de sábanas”. ¿Qué te parece?

9. Podría prevenir la deformidad craneana

Cuando un bebé nace prematuro, podría presentar algo llamado escafocefalia posicional. Se trata de una deformidad craneana que ocurre por un inicio anticipado de presión sobre la cabeza.

Un estudio publicado por la Revista Chilena de Terapia Ocupacional indica que esta presión podría disminuir con el apoyo de una almohada de gel, pues además disminuiría la rigidez. Increíble, ¿no crees?

10. Sobre la frase ‘Consultar con la almohada’

¿Estás por tomar una decisión importante y temes equivocarte? Una frase muy común que utilizamos al respecto es ‘Consultarlo con la almohada’. Se refiere tomarnos el tiempo necesario para poder actuar con la cabeza.

Es una recomendación popular que avala la ciencia. Un estudio realizado en la Universidad de Tel Aviv (Israel) comparó la actividad cerebral de personas que tuvieron un sueño normal y otros que pasaron la noche sin dormir.

Encontraron que quienes no habían descansado lo suficiente no podían realizar tareas de nivel cognitivo medio-alto, además de que su atención y concentración empeoró. Así que ¡a dormir bien!, y mejor si es de la mano de una cómoda almohada.

Ver para creer

Como puedes ver, en torno a las almohadas se han creado mitos, hallazgos históricos y hasta estudios científicos. Lo más importante es saber que son indispensables para un descanso de calidad.

Lleva tus noches de sueño a un siguiente nivel con almohadas que te ofrezcan confort, practicidad y un diseño ergonómico que te ayude a sentirte pleno durante todo el día.

 

Abraham Monterrosas Vigueras

Psicólogo clinico y periodista digital enfocado en temas de desarrollo humano, estilo de vida, tendencias y bienestar

Lecturas más acogedoras

Você é do Brasil? Encontre a linha TheraMart em sua cidade

×