En la actualidad, el mundo está atravesando por una contingencia sanitaria debido al coronavirus conocido como COVID-19.
Para protegerse de esta pandemia, muchas personas han iniciado periodos de cuarentena, es decir, aislamientos preventivos en casa por razones de protección sanitaria.
Recordemos que una de las poblaciones particularmente vulnerables al COVID-19 son justamente nuestros adultos mayores, debido a las condiciones de su sistema inmunitario.
No porque tu adulto mayor esté encerrado significa que no pueda ejercitarse. Por supuesto, antes de alentarlo a hacer cualquier movimiento, asesórate con su médico de cabecera o profesional de la salud, para que pueda guiarte sobre qué ejercicios puede o no hacer.
Según las capacidades de tu paciente, intenten hacer juntos movimientos de cabeza, hombros, brazos y piernas. Puede hacer algunos estiramientos con la ayuda de las sillas, sillones y demás muebles en casa.
Incluso, pueden reacomodar temporalmente el mobiliario y crear una especie de circuito para que tu adulto camine. Con tu creatividad, por qué no, hasta pueden organizar una mini carrera o una serie de retos a cumplir.
Podrías ir dejando pistas por la casa con preguntas que lo lleven a otras áreas del lugar y así fomentar que tu adulto se mueva y esté activo. Las posibilidades son ilimitadas.
Con la ayuda de las videollamadas, puedes enlazar a tu adulto con el resto de su familia y aprovechar no solo el momento para convivir, sino para hacer ejercicio juntos, pero a la distancia.
Les encantará no solo verse, sino también seguir interactuando.
Internet está lleno de videos con rutinas de ejercicios y hasta rutinas de baile o zumba que tu adulto puede seguir paso a paso.
Asegúrate siempre de que se trate de fuentes confiables y verificadas, y revisa previamente los contenidos. Te insistimos en asesorarte con un profesional de la salud.
Para cualquiera de estos ejercicios, recuerda siempre limpiar perfectamente las superficies y objetos utilizados y lavarse las manos con jabón o desinfectante, así como evitar el contacto físico o llevarse las manos a ojos, nariz y boca.
Lamentablemente, este periodo de pausa obligada a nivel mundial es también una señal de pausa en lo individual. Si la vida nos ha exigido parar un momento, es porque hay algo que quiere enseñarnos.
Sin importar el nivel de riesgo de alguna persona ante esta pandemia, lo importante no estaría en cómo ocuparse o distraerse para que el tiempo pase más rápido, sino más bien aceptar esta pausa obligatoria como un respiro, un momento para reflexionar, para soltar, perdonar y replantearnos la vida.
Estamos seguros de que, con tu ayuda, tu adulto mayor podrá afrontar esta cuarentena con la mejor actitud y saldrá fortalecido para continuar disfrutando de la vida.