Atender a un adulto mayor puede ser una tarea desafiante. Y, si bien el envejecimiento de nuestros padres, abuelos y seres queridos es una realidad propia de la naturaleza, lo cierto es que algunas personas necesitan más cuidados que otras, debido a ciertas condiciones particulares.
Algunos familiares optan por tener a sus mayores en casa, con o sin asistencia especializada, pues consideran que esta es la mejor opción para mantenerlos integrados al hogar, sin despegarlos de sus rutinas y hábitos, y, por ende, animados y contenidos en todas sus necesidades.
Otros consideran, según su propio criterio y/o recomendación médica, que estarían mejor atendidos y felices en un centro para ancianos, con cuidados especializados y atención permanente. Sitios en donde además de vida social junto a personas de su edad, también podrían gozar de actividades, alimentación adecuada y atención médica integral.
Sea cual fuere la opción elegida por la familia o recomendada por un médico, hay ciertas cuestiones que hay que tener en cuenta imprescindiblemente para la atención a personas adultas mayores, y te las mencionaremos a continuación.
¿Por qué la atención a los adultos mayores puede complicarse?
En el momento en que un adulto se resiste a ser ayudado es cuando su estado de salud podría complicarse. Las consecuencias a este comportamiento esquivo pueden ser varias y generar efectos muy negativos en su integridad física y emocional.
- Resistencia
La resistencia suele presentarse cuando los mayores están atravesando por algún tipo de deterioro físico y/o cognitivo que los incomoda, confunde y estresa, como la pérdida de su cónyuge y/o su independencia. Esta situación emocional puede ocasionar tristeza, enojo, inapetencia, e incluso depresión.
- Solucionar la crisis lo antes posible
Estas crisis de desesperanza, desprotección y aislamiento pueden generar que los adultos mayores se descuiden, dejen de comunicarse, se aíslen desde lo social, se enfermen o lastimen.
Esta instancia es un punto crítico en donde se debe procurar especial atención, y que requiere del trabajo conjunto de la familia y especialistas geriátricos, psicólogos, neurólogos, entre otros, para que, de acuerdo con la situación del paciente, recomienden y aconsejen al grupo familiar sobre el modo más adecuado de solucionar el inconveniente.
- Vida asistida
En un interesante artículo de esta página te contamos todo sobre el efecto de la vida asistida, que de acuerdo con estudios científicos sobre salud y bienestar, traería un aumento de felicidad y calidad de vida a los adultos mayores que estén atravesando por las circunstancias antes mencionadas.
Una vida asistida significa poder brindar a los pacientes que necesitan asistencia permanente, un día a día mejor y totalmente enfocado en satisfacer sus necesidades. Esto puede lograrse desde el hogar, pero también acudiendo a centros residenciales para mayores.
¿Qué tipos de atención a personas adultas mayores existen?
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la perdida de la audición, las cataratas, los dolores de cuello y artritis en los huesos, neumopatías crónicas, diabetes, depresión y demencia, son algunas de las afecciones más comunes de la vejez, y a medida que más avanzan los años, más probabilidades hay de tener más de una patología a la vez.
A medida que el deterioro aumenta, más necesidades de atención van a necesitar los adultos mayores. E incluso, muchas veces el hogar no es el sitio adecuado para atenderlos. Ya sea por falta de espacio, de insumos, de equipamiento adaptado, o de capacitación y estado físico de los responsables a cargo.
El Protocolo para la Atención de las personas Adultas Mayores por Enfermería (PAM), contiene una serie de normas de cuidado, calidad y atención que deben garantizarse tanto en el ambiente ambulatorio como en las instituciones de salud para con las personas de la tercera edad.
Según el nivel de deterioro geriátrico que tenga el paciente, se optará por dos tipos de cuidado:
- Atención ambulatoria
Este tipo de cuidado exige que los profesionales de enfermería otorguen atención, seguimiento y apoyo tanto a los pacientes, como a sus familiares y cuidadores, para poder solucionar cualquier crisis que se desarrolle en el domicilio.
Los especialistas deberán detectar todos los posibles factores de riesgo según el cuadro médico del adulto, y capacitar y aconsejar a la familia para que este tenga un envejecimiento saludable, con correcta alimentación, ejercicios, estimulación, control de medicación e higiene.
- Atención hospitalaria
El protocolo de atención indica que, independientemente del motivo de hospitalización del paciente, se deberá organizar un plan de cuidados y buscar posibles factores de riesgo que puedan empeorar o complicar las condiciones geriátricas del adulto, por ejemplo: dolor, escaras, malnutrición, inmovilidad, entre otras.
Una vez identificado el plan integral para que el adulto mayor atraviese lo mejor posible su internación doméstica u hospitalaria, los profesionales de la enfermería deberán capacitar a su familia y cuidadores sobre:
- Uso y manejo de medicamentos
Estos deben administrarse a conciencia y eficientemente en tiempo y forma, conociendo sus efectos y los resultados adversos en caso de mala administración.
- Movilidad
Es de suma importancia aprender a mover y rotar el cuerpo de una persona con poca fuerza y manejo voluntario de su cuerpo, para evitar lastimaduras, rozamientos, entumecimiento e incomodidad general.
- Orientación en tiempo y espacio
Aprender a realizar ejercicios variados para su estimulación cognitiva y física.
- Higiene personal
El correcto aseo del cuerpo con poca movilidad o postrado es de suma importancia para prevenir infecciones. Así como también contar con productos que se adecúen a las sintomatologías de los adultos, como protectores impermeables para incontinencia.
- Higiene del sueño
Contar con elementos terapéuticos adecuados, como colchones, cojines y almohadones, de acuerdo con la patología del adulto es ideal para su confort y buen descanso.
- Medidas de seguridad y/o acondicionamiento del hogar
Para prevenir accidentes y el reingreso del paciente una vez que haya sido dado de alta es necesario reacondicionar el hogar. Para ellos se podrá contar con elementos como barandales y suelo antideslizante para garantizar su seguridad, así como también camas especiales y accesorios para su mejor movilidad y rehabilitación post traumática.
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- Prevención de úlceras y escaras por postración
Contar con los productos terapéuticos para evitar lesiones debido a largas estancias en cama durante una internación prolongada, como colchones antiescaras y elementos de higiene personal, es ideal para que periodos dolorosos e incómodos sean más confortables para el adulto.
- Dieta y nutrición
Comida balanceada según su diagnóstico personal y órganos del cuerpo comprometidos para una evolución más rápida y para evitar el deterioro.
Todo adulto mayor necesita de cuidados en las últimas etapas de la vida, pues es un devenir natural por el cual todos pasaremos alguna vez, es inevitable y parte del desarrollo humano.
Una persona que posea todas sus necesidades cubiertas atravesará de una forma más aliviada por todas aquellas incomodidades del deterioro de la edad o de una enfermedad, y se sentirá más esperanzado y motivado en mejorar y acompañar a su familia.
Garantizar la mejor vida posible es un derecho que no se le puede negar a ninguna persona. Se la debe tratar, ya sea en su hogar, en un centro médico o en una residencia permanente para adultos, con todas las medidas y legislaciones existentes. No se puede negar el cuidado integral ni dejar de velar por su salud y bienestar.
Para poder estudiar del adulto mayor