Hay personas que por tener movilidad reducida viven toda su vida en cuarentena: Discapacidad y Derechos


“Hay personas que no están viviendo esta cuarentena como algo extraordinario. Hay quien vive en una cuarentena constante durante toda su vida”.

La pandemia por COVID-19 nos ha llevado a permanecer en casa por semanas. Sin embargo, hay personas con discapacidad que llevan años sin poder salir de su casa.

Así lo comentó Ángela Fabre, portavoz ciudadana de la inclusión y accesibilidad para las personas con discapacidad. 

“Personas con movilidad reducida me han escrito para decirme: ‘Ángela, yo no me estoy dando cuenta de que estamos en cuarentena, porque mi vida ha sido así: encerrado en casa, sin salir durante años, porque no hay ascensor en donde vivo, porque las calles no están adaptadas, porque tengo una enfermedad degenerativa y estoy en casa…’”

Fabre fue entrevistada vía Facebook desde su natal España por la argentina Anabella Shimanovitch, quien es fundadora de Sentidos del Alma, una firma que crea material de terapia ocupacional para personas con discapacidad.

Valorar la salud: un llamado a la conciencia 

Ángela también aprovechó para hacer un llamado a la conciencia de parte de las personas que no tienen problemas de movilidad.

“Hay algo que el ser humano se tiene que plantear y tiene que valorar, que es la libertad y la facilidad que tenemos muchas personas de entrar y salir de casa, quitando por supuesto el actual estado de confinamiento”.

La joven española se ha dado a conocer en varias partes del mundo gracias a los contenidos que publica en ‘Mi nombre es Ángela’, su cuenta de Facebook. Puedes conocer cuál es su historia y saber más sobre ella aquí. 

Actualmente, también colabora con Theramart, desde donde comparte su iniciativa de dar “visibilidad a la diversidad funcional” y crear conciencia hacia una accesibilidad universal.

“Es un buen momento para ponerse en el lugar del otro. Sé que muchas veces a las personas les cuesta tener empatía. Pero creo que esto que está pasando está poniendo a la vida en un aprieto, donde es un problema mundial que no entiende de colores, razas, discapacidades... Es un problema para todos. Quizá podemos hacer algo por las otras personas”.

La realidad de la movilidad reducida

En diversas ocasiones, Ángela Fabré ha hablado sobre la importancia de una sociedad incluyente y accesible para todos. Y en el caso de la movilidad reducida, los problemas a resolver son apremiantes.

“Muchas veces, en los establecimientos, el baño para personas con discapacidad lo usan como almacén o incluso cerrados con llave, justo para que los demás no hagan uso de él. Pero luego pasa que quien realmente necesita usar ese baño llega, ve la puerta cerrada y no encuentra al responsable que tiene la llave y termina haciendo sus necesidades encima. Yo lo he visto con mis propios ojos”, comentó. De ahí la necesidad de la empatía que tanto promueve.

“Las personas tenemos que ser lo suficientemente responsables y maduras para entender que ese baño que está abierto no es para nosotros. No tendría por qué estar cerrado con llave”.

Al respecto, Fabre agregó: “Hay quienes tienen duda de por qué los aparcamientos para personas con discapacidad se encuentran cerca de las puertas de los establecimientos y por qué ellos tienen ese privilegio. No es un privilegio. De esas personas, la mayoría no desearían estar en una silla de ruedas. Entonces no es un premio. Es una facilidad que a los demás no les corresponde”.

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“Un ejercicio de re-educación”

Sin embargo, pese a que los desafíos continúan, Ángela celebra las pequeñas grandes batallas que se han logrado tanto para personas con discapacidad como con otros colectivos que están demandando el respeto a sus derechos.

“Estamos haciendo un ejercicio de re-educación. Porque decirle todo esto a una persona de 30 o 40 años, que las cosas están cambiando, es mucho más fácil que a alguien de 80 años”.

Por último, Ángela consideró que de la actual contingencia también puede obtenerse algo positivo para la humanidad.

“Creo que este tiempo en casa a muchas personas les va a venir bien para conocerse a sí mismas, que también es un tema súper importante. Porque si tú no te aprecias y no sabes qué camino llevar, no vas a poder ayudar a otra gente a que también encuentre ese camino de saber estar”.

¿Qué te parece? ¿Qué opinas de lo planteado por Ángela Fabre? ¿Qué otras iniciativas se te ocurren para promover el derecho que todos tenemos a la accesibilidad? Compártenos tus comentarios.

 

Abraham Monterrosas Vigueras

Psicólogo clinico y periodista digital enfocado en temas de desarrollo humano, estilo de vida, tendencias y bienestar

Mayte |

Ángela Fabre tiene toda la razón, después de tantos años de concienciación todavía los que andamos en silla de ruedas tenemos casi el imposible acceso a muchos edificios que incluso son públicos. Nos queda mucho camino por delante.


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