Dicen que ‘Un pequeño cambio lo mejora todo’. Y cuando se trata de tu bienestar físico y emocional, todo es bienvenido.
Para estar bien y sentirse bien, no necesariamente hay que matarse en el gimnasio o exagerar en los cuidados. Cambiar sencillos hábitos puede ser un buen comienzo.
10 actividades a las que puedes dedicarle 10 minutos al día
1. Darle a tu descanso la prioridad que se merece
Dormir es una pieza vital para todo ser humano. Es cuando el cuerpo se prepara para reponerse de un día lleno de actividades. Por eso, 10 minutos antes de irte a la cama, prepara tu descanso.
Tu lugar para dormir es tu santuario, así que procura que la temperatura ambiente esté entre 15 y 22 grados, libre de ruidos y de aparatos electrónicos, así como una luz cálida y baja.
Pero, sobre todo, elige una almohada que esté fresca en todo momento. ¿Sabías que algunas se enfrían solas? Así, te ahorras estar girándola o moviéndote, pues cuentan con un flujo de aire continuo.
2. Ejercita tu cuerpo
El ejercicio es útil para la resistencia física, la presión arterial, la flexibilidad y, por supuesto, para perder peso. Y como un poco no le hace mal a nadie, existen rutinas muy breves para ponerte en forma.
Desde zumba, trotar, sentadillas, zancadas, abdominales, saltar la cuerda, burpies y hasta pesas, las opciones son muy diversas y los resultados bien valen el esfuerzo. Por supuesto, recuerda calentar previamente y hacer estiramientos al terminar.
3. Ejercita tu mente
Toma 10 minutos de tu día y pon tu cerebro en forma. Las opciones para hacerlo son realmente amplias: resuelve crucigramas, laberintos, sopas de letras, memoramas, secuencias numéricas y acertijos.
Bien puedes llevarlo a otro nivel. Por ejemplo, aprende un nuevo idioma o actividad artística, memoriza una nueva palabra del diccionario o realiza actividades con tu mano no dominante.
Ejercitar la mente ayuda a mejorar la memoria y el desarrollo intelectual, además de prevenir enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer o la demencia.
4. Puedes probar con meditación
Esta actividad aumenta la concentración, reduce la ansiedad, relaja el cuerpo y mejora el sistema inmunológico y el estado anímico. Con tantos beneficios, ¿por qué no dedicarle aunque sea 10 minutos al día?
No existe un método único para meditar. Sólo relájate en algún sitio cómodo, cierra los ojos, pon atención a tu cuerpo, repite algún mantra (palabra o frase que te dé tranquilidad) y conéctate en silencio con tu ser interior. Con la práctica, lo irás logrando.
Un elemento fundamental al meditar es la respiración. Cuando un cuerpo respira correctamente, aumentan los glóbulos rojos, se asimilan mejor los alimentos, hay mayor fuerza a los pulmones y se aumenta la vitalidad del corazón.
5. Cuidar tu postura
Una de las partes del cuerpo a la que menos se le suele tomar en cuenta es la espalda. Sin embargo, desempeña funciones vitales: sostiene el cuerpo y le permite su movimiento, mantiene estable el centro de gravedad y protege la médula espinal.
Si tu cuerpo realiza malas posturas constantemente, eso podría ocasionarte problemas como torticolis, lumbalgia, hernias discales y tendinitis, entre otras, las cuales se caracterizan por un profundo dolor.
Para consentir a tu espalda, nada como un cojín ergonómico. Están diseñados para tu máxima comodidad mientras trabajas, lees o miras televisión en casa. Algunos incluso cuentan con espuma viscoelástica que se ajusta al contorno del cuerpo.
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6. Masticar adecuadamente
Otro buen hábito que solemos ignorar tiene que ver con el tiempo y la cantidad de veces que deben masticarse los alimentos. Comer más lento activa el centro de saciedad y, por ende, controla el peso. Agrega 10 minutos más a tu rutina de comer para hacerlo con más calidad.
Dicen que el estómago es una especie de ‘segundo cerebro’, pues las millones de neuronas de esta zona del cuerpo están en comunicación con las de la cabeza. Estudios recientes han descubierto que en la flora intestinal se produce el 90% de la serotonina, el neurotransmisor responsable del estado de ánimo, la depresión y el control de la agresividad.
Para una correcta alimentación, se recomienda masticar entre 30 y 50 veces, así como esperar 30 segundos entre un bocado y otro. Tu salud digestiva te lo agradecerá.
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7. Cuidar tu salud bucal
De la mano del hábito anterior, una correcta higiene bucal nos ayuda a una larga y saludable relación con los alimentos. Por ello, los expertos recomiendan cepillarse los dientes con una pasta dental que contenga flúor, así como utilizar regularmente el hilo dental.
Otros hábitos incluyen llevar una dieta balanceada, dejar de fumar, utilizar enjuague bucal y, por supuesto, visitar de forma regular a un dentista, para una continua revisión, prevención y limpieza.
El promedio de lavado de dientes debe ser de 2 a 3 minutos por ocasión, más el uso de hilo dental y el enjuague ya sumarían 10 minutos en favor de tu salud.
Recuerda: tus dientes propios son los únicos que tendrás toda tu vida, así que cuídalos mucho.
8. Contactar a tus redes de apoyo
Sabemos que quizá la carga de trabajo y ocupaciones te dejan poco tiempo para estar con tu familia y amigos, pero destinar 10 minutos de tu jornada a estar en contacto con ellos es posible. Hasta el mayor de los workaholics puede darse un tiempo para eso.
Gracias a las redes sociales, bien puedes enviarles un mensaje, un audio o incluso un meme. Lo importante es hacerte presente. Es una manera de decirles ‘Aquí estoy’. Seguro, en algún momento podrán quedar para salir.
9. El combo ganador: “Por favor”, “Perdón” y “Gracias”
El bienestar personal no sólo viene de tu cuerpo, sino también de tu estado anímico. Dedica 10 minutos de cada día para agradecer todo lo que tienes, pedir las cosas por favor y ofrecer una disculpa cuando sea necesario.
Una persona feliz y agradecida tiene todo para una vida llena de oportunidades.
10. Trabajar con tus emociones
El enojo, la tristeza, la alegría… todas las emociones cumplen una función dentro de nosotros. Tienes derecho a experimentar cada una. Y el principio para saber manejarlas es, justamente, conocerlas.
Por ello, si sientes enojo, exprésalo de un modo controlado y sin perjudicar a otros. Si estás triste, hazlo saber a tus redes de apoyo. Si sientes alegría, ¡compártela con el mundo y contagia de ella a todos!
El principio de la felicidad es tratarte a ti mismo con amor. Date permiso de quererte, respetarte, perdonarte y, sobre todo, defenderte.
¿Por qué cambiar los hábitos?
Como puedes ver, pequeños cambios pueden generar grandes beneficios para tu cuerpo y mente. Se trata de cambios sencillos y rápidos pero, sobre todo, útiles. Y los resultados bien valen el esfuerzo. Si te lo propones, puedes comenzar hoy mismo.
Date la oportunidad de lograr una mejor versión de ti… tu vida te lo agradecerá.
Gracias por todos sus consejos muy útiles,cuido un adulto mayor de 91 años.